Frida Modak

Los tiempos en que los trabajadores eran protagonistas del acontecer nacional y mundial han quedado atrás y los sindicatos no son ni la sombra de lo que eran.Entre la globalización, el neoliberalismo y los regímenes dictatoriales se produjo el más negativo de los cambios, el que borra cientos de años de historia y de lucha por alcanzar formas de convivencia justas y dignas.Hoy los dueños del poder económico lo ejercen sin pudor,ya ni siquiera se puede hablar de una pugna ideológica porque no existe y el retroceso es tal que estamos volviendo al feudalismo.

Mientras los psicólogos políticos se preguntan si esta democracia logrará sobrevivir en el siglo XXI,en un interesante libro que se acaba de publicar en Francia,tanto los europeos como nosotros caminamos sin rumbo hacia una sociedad mayoritariamente integrada por los que no tienen trabajo ni derechos, en medio del espejismo con el cual el presidente estadunidense  cosecha aplausos de sus poco ilustrados partidarios al ofrecer "una sociedad de propietarios",como dijo en el discurso de toma de posesión de su segundo mandato.

DUEÑOS DE NADA

La situación de la mayoría de los habitantes de nuestra región es tan dramática, que decir que son dueños de nada ni siquiera la ilustra.Hay desnutrición y pobreza,en consecuencia , porcentajes enormes de jóvenes y niños no pueden completar su educación básica ni alcanzar algún grado de calificación laboral que les permita obtener un empleo mejor remunerado.Por lo demás,esos empleos son cada vez más escasos y a lo que pueden aspirar es al empleo sin prestaciones sociales que crea la economía informal, que se ha convertido en la mayor proveedora de puestos de trabajo, el 65%,en contraste con la empresa privada formal y el Estado.

Las cifras disponibles explican el por qué de la violencia en todas sus formas, el aumento de la inseguridad,el tráfico de seres humanos, la explotación infantil y el trabajo esclavo al que se encuentran sometidas más de 25 millones de personas.Los datos provienen de organismos especializados de las Naciones Unidas e incluso de los gobiernos de los países de que se trata,veamos algunas.

El 18 por ciento de los jóvenes paraguayos está fuera del sistema nacional de educación y sin empleo.El 35 por ciento de residentes urbanos estudia,sólo el 22 por ciento lo hace en las áreas rurales.De los jóvenes de 20 a 24 años,edad en la que se cursan estudios superiores,sólo 8 de cada 100 continúa a la universidad.La tercera parte de los niños hondureños no completa la educación básica,el 25 por ciento de las mujeres son analfabetas,pero el Fondo Monetario está dispuesto a considerar la suspensión de la gran deuda externa de esta pequeña nación,a condición de que el gobierno no incremente los sueldos de los maestros,100 dólares mensuales, porque los considera muy elevados.

Hay hambre en la niñez de América Latina,la padece el 27 por ciento de los niños bolivianos,el 26 por ciento de los ecuatorianos,el 25 por ciento de los peruanos,el 14 por ciento de los colombianos.Pero nuestro continente es rico en alimentos,tiene 530 millones de habitantes y el año 2002 produjo lo suficiente para alimentar a mil 800 millones de

personas.

La precariedad del empleo va en aumento en todas partes,el sistema privatizado de pensiones hace agua y el crecimiento económico no se traduce en disminución de la pobreza.Chile creció 5 por ciento,pero sólo un tercio de su población tiene empleo de calidad y de ellos apenas el 15 por ciento accede a bienes básicos.La Constitución Europea recién aprobada reconoce que "toda persona tiene derecho a trabajar",distinto a tener derecho al trabajo,y en vez de estabilidad laboral habla de mano de obra flexible.Los sindicatos denuncian que en ese texto se establece el principio del "país de origen", que quiere decir que las empresas sólo obedecerán las leyes del país en que tengan su sede,que puede ser virtual,y será el que les dé más ventajas. De esa manera,la empresa del país X podrá operar en el país Z con trabajadores del X,pagados según lo vigente en X,y las autoridades de Z no podrán entrometerse.

DE ROBIN HOOD A HOOD ROBIN

El presidente de Panamá Martín Torrijos presentó al parlamento un proyecto de reforma fiscal que busca que los más pudientes paguen más impuestos "porque en este país debe haber justicia social",sostuvo.No es lucha de clases, puntualizó, sino que el crecimiento económico ha sido del 6 por ciento y sin embargo aumentó el desempleo.Los empresarios se oponen y le dicen Robin Hood,pero eso lo tiene sin cuidado.